Principalmente, este libro trata de refutar las posiciones de su contempor�neo John Locke acerca de la naturaleza de la percepci�n humana. Aunque, como todos los fil�sofos empiristas, tanto Locke como Berkeley coincid�an en que existe un mundo externo, y en que este mundo es el que causa las ideas que uno tiene dentro de su mente, Berkeley trat� de probar que el mundo externo tambi�n se compone �nicamente de ideas. Berkeley lo hizo sugiriendo que las ideas s�lo pueden asemejarse a las ideas: las ideas mentales que poseemos s�lo pueden asemejarse a otras ideas (no a objetos f�sicos) y de este modo el mundo externo no consiste en una forma f�sica, sino m�s bien en ideas. Este mundo recibe l�gica y regularidad por alguna otra fuerza, que Berkeley concluy� que era Dios.