Este ensayo de Mons. César Franco ofrece con estilo diáfano y apasionado una introducción a la vida de Jesús narrada en el evangelio de Juan, que permite al lector acceder al texto sin complicaciones, puesto que con bastante frecuencia se tiene dificultad para entender este evangelio tan diferente de los sinópticos debido a su estructura y estilo literarios y al contenido de los discursos de Jesús. Dividido en dos partes, la primera presenta claves de lectura para el evangelio, y la segunda, un comentario a los veintiún capítulos que lo conforman. Se trata de un evangelio cuya originalidad y belleza, según el autor, radican en que Juan narra la vida de Jesús a partir de su preexistencia y encarnación. Además, Juan se presenta como testigo ocular de los acontecimientos. Según Franco, «la originalidad de Juan estriba en el atrevimiento teológico y literario de componer su obra desde 'el principio', que no es el comienzo de la historia terrena de Jesús, sino de su ser en el Padre desde toda la eternidad. Esta es su genial visión, la desmesura —si podemos hablar así— de su pretensión creadora. Bendita desmesura, desde luego».

Este libro ofrece una visión única y esclarecedora del Evangelio de Juan, destacando su singular capacidad para transmitir con claridad verdades espirituales y metafísicas. Se distingue de los demás evangelios por su atractivo para quienes buscan una comprensión más profunda de la espiritualidad, revelándose como un texto donde lo místico es accesible y palpable a través de un lenguaje que refleja directamente ideas interiores sobre la divinidad y la existencia humana. El autor analiza cómo las palabras de Jesús, que articulan la unión indisoluble entre Dios, el hombre y la creación, han resonado a lo largo de los siglos. Estas palabras no sólo esbozan la esencia del ser humano como manifestación divina, sino que también abordan la coexistencia del bien y el mal, y cómo nuestra comprensión de ellos y nuestra respuesta a ellos conforman nuestra realidad espiritual y material. Una de las proposiciones centrales del texto es que Dios no es una entidad distante y separada, sino una presencia viva que opera a través de todo lo que es. Jesús, según el autor, demuestra esta verdad al afirmar que verle a él es ver al Padre, desafiando así la noción tradicional de una divinidad externa y reafirmando la inmanencia de Dios en todos los aspectos de la vida. Además, el libro desafía al lector a reconocer que el mal es, de hecho, una falta de conocimiento y de conexión con la verdad divina. Cuando brilla la luz de la verdad, la ignorancia y el error se disipan, tal y como ejemplificó Jesús cuando llamó al mal «mentiroso y padre de la mentira». Al final, el libro nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas: ¿cómo podemos manifestar el espíritu divino en nuestras acciones y pensamientos? ¿Cómo podemos, con nuestro ejemplo, demostrar el bien supremo que reside en cada uno de nosotros? Este libro es una exploración de estas cuestiones, animando a cada lector a encontrar y expresar la divinidad innata que existe en su interior. A.R.Ribeiro. Biblioteca del Nuevo Pensamiento

En el relato de la pasión de Jesús según san Juan hay escenas famosas por sus cuestiones disputadas. Los estudiosos discuten sobre los enigmas de sintaxis o sentido y, en no pocos casos, sobre la historicidad de lo narrado, puesto que contrasta con datos que conocemos por otras fuentes o está en abierta contradicción con lo que afirman los evangelios sinópticos. ¿Intervinieron los romanos en el prendimiento de Jesús? ¿Qué papel tuvo Anás en el proceso? ¿Existía una amnistía romana para un preso con ocasión de la Pascua? ¿Sentó Pilato a jesús en su propio tribunal? El mayor enigma, por lo que respecta a la cronología de la Pasión, es el del día de su muerte: ¿Fue el 14 o el 15 de Nisán? Éstas y otras extrañezas han llevado a muchos estudiosos a dudar de la verdad histórica de ciertos datos que aparecen en el relato de Juan sobre la pasión. Se achaca al evangelista privilegiar su visión teológica por encima de la historia misma de los acontecimientos. El estudio de estas escenas, a partir de las dificultades lingüísticas, muestra todo lo contrario: Juan es fiel a la historia y tiene de ella un conocimiento más preciso de lo que se supone a menudo. Resueltas las dificultades, el texto es de una extraordinaria claridad y permite, como si fuéramos llevados de la mano por un testigo ocular de los hechos, adentrarnos en la historia de la Pasión con la emoción de quien participa del testimonio fidedigno de alguien que siguió muy de carca a Jesús desde el Cenáculo a Getsemaní, y desde allí al palacio de Pilato y al de los sumos sacerdotes; de alguien que fue testigo del juicio ante el Procurador y vio cómo Jesús fue atravesado por una lanza después de morir.

Juan, más que informarnos sobre la figura de Jesús, lo que pretende con su evangelio es introducirnos en la experiencia mística de Dios. Y dice que Jesús nos revela a Dios y lo hace visible y palpable en este mundo, que nos invita a ver más allá de lo superficial y nos descubre la realidad más profunda, que es en definitiva lo que verdaderamente importa.Por su parte, Anselm Grün interpreta el evangelio de Juan como un tesoro de la sabiduría psicológica y espiritual y nos describe, a través de él, el camino de nuestra realización personal y de nuestra unión con Dios.

Índice 1. Desechen los pensamientos de su carne (Juan 2, 1-11) 2. Jesús quitó los pecados del mundo (Juan 1, 29) 3. La vida perfecta y el gozo perfecto (Juan 2, 1-11) 4. ¿Por qué envió Dios a Su Hijo a este mundo? (Juan 3, 16-21) 5. Jesús, quien nos dio el agua que brota para siempre (Juan 4, 1-26, 39-42) 6. Muchos más creyeron por la palabra de Jesús (Juan 4, 27-42) 7. La prueba de nuestra salvación del pecado (Juan 5, 30-38) 8. Coman el pan de vida (Juan 6, 1-13) 9. Trabajen por la comida que no perece (Juan 6, 26-39) 10. Comer la carne y beber la sangre de Jesús, que es el pan del Cielo, es la verdadera fe (Juan 6, 52-59) 11. ¿Están sin pecados por haber comido la carne y haber bebido la sangre de Jesús? (Juan 6, 60-69) 12. La Palabra de vida eterna: la carne y la sangre de Jesús (Juan 6, 60-71) 13. Jesús obró con un corazón decidido (Juan 7, 1-36) 14. Debemos saber y creer que Jesús es el Hijo de Dios y Dios mismo (Juan 7, 28-53) 15. El perdón eterno que el Señor nos ha dado (Juan 8, 1-12) 16. Las Palabras de Jesús son todas ciertas (Juan 8, 13-19) 17. El que es de Dios escucha las Palabras de Dios (Juan 8, 25-47) Está escrito: «A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer» (Juan 1:18). ¡Jesús nos ha revelado el amor de Dios de Dios perfectamente! ¡Jesús nos ha librado perfectamente! ¡La perfecta salvación del Evangelio del agua y el Espíritu es perfecta! Nunca nos hemos arrepentido de recibir nuestra salvación a través de nuestra fe en Jesús, que vino por el agua y la sangre (1 Juan 5: 6). Ahora, nos hemos convertido en su gente sin pecado. Quien crea en el Evangelio del agua y el Espíritu puede recibir la eterna salvación de los pecados y la vida eterna. The New Life Mission https://www.bjnewlife.org/sp/