¿Resucitó el Señor Jesucristo con el mismo cuerpo que tenía cuando murió clavado en el madero? La respuesta verdadera y bíblica es un rotundo ¡no!Enseñar que Jesús resucitó con el mismo cuerpo de carne y huesos que tenía cuando vivió en la tierra y murió en el madero es un FALSO EVANGELIO, y los que predican ese falso evangelio están bajo la maldición o anatema de Dios (Gal.1:6-9).Dentro del sistema iglesiero apostata, el SIA, se enseña que Jesús resucitó con el mismo cuerpo carnal que tenía cuando murió. Millones de iglesieros enseñan que ese cuerpo resucitado de Jesús era el mismo cuerpo que fue clavado en el madero porque como Jesús se apareció al apóstol Tomás y le enseñó las heridas de los clavos en las manos y la herida de la lanzada en el costado, por lo tanto -según ellos- el cuerpo inmortal y resucitado de Jesús conserva las heridas de la muerte, incluso esos iglesieros mentirosos enseñan que Jesús resucitó con sangre glorificada, sangre celestial, lo cual es una absoluta aberración anticristiana, diabólica y ridícula.Como voy a demostrar en este estudio, Jesús fue levantado o resucitado por el Dios supremo, el Padre celestial, con un NUEVO CUERPO ESPIRITUAL Y GLORIOSO, radicalmente diferente al cuerpo que él entregó en sacrificio en el madero, el cual era un cuerpo de carne y sangre que fue TRANSFORMADO en el momento de la resurrección gloriosa, y ese cuerpo glorioso y espiritual de Jesús tenía la facultad de poder materializarse en un cuerpo de carne y huesos y de diferentes formas, para poder aparecerse a sus discípulos y que estos le pudieran ver y tocar.En este estudio bíblico no solamente vamos a analizar diferentes pasajes de la Biblia relacionados con la resurrección de Jesucristo, sino que además vamos a estudiar a la luz del Evangelio la famosa Síndone de Jesucristo, conocida como la Sábana Santa, y que fue la Sábana que envolvió el cuerpo muerto de Jesús dentro del sepulcro, la cual se ha conservado hasta nuestros días como una reliquia histórica absolutamente AUTÉNTICA, y es nada más y nada menos que LA PRUEBA CIENTÍFICA DE LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO, una prueba irrefutable que coincide perfectamente con el relato del Evangelio y que confirma de forma perfecta que Jesús existió, murió clavado en un madero y resucitó al tercer día con un nuevo cuerpo glorioso y espiritual.

A través de la historia personas han intentado desacreditar la Cristiandad al refutar la declaración que Jesucristo murió y resucitó de entre los muertos. ¿Existe evidencia tan persuasiva que después de una cuidadosa evaluación cualquier escéptico o crítico pudiera llegar a entender la verdad de la resurrección? La repuesta es ¡Absolutamente sí! Únete a esta exploración de eventos que acompañaron la resurrección incluyendo: La evidencia histórica y lógica que apoyan la resurrección de Jesús. La veracidad y precisión de las predicciones de Jesús. El impacto inigualable de la Resurrección Este libro provee un clara y concisa investigación de la resurrección. Te da la oportunidad de entender y examinar la evidencia que a su vez es la base del Cristianismo bíblico.

Algunos de nosotros parecen haber dejado la resurrección en un lugar muy lejano -quizás para algunos, inexistente- en nuestra predicación. Cuando esto es así, no está en armonía con la proclamación bíblica del Evangelio. Les insto a que se sienten con su Biblia y lean detenidamente y en oración el libro de los Hechos. Allí encontramos una predicación genuina y llena del Espíritu Santo de las buenas nuevas de Jesucristo. Observarán allí la prominencia, a veces incluso la primacía, de la resurrección de Cristo. Un Salvador moribundo compró nuestro perdón; un Salvador vivo demostró la aceptación del Padre de su sacrificio. No debemos separar estas dos gloriosas obras de Cristo, estos dos poderosos pilares del Evangelio. Con esto en mente, ofrecemos el último volumen de la Emisora de Gracia Gratuita-Resurrección. El pueblo de Dios necesita esta bendita y alentadora verdad impresa en sus corazones. Es realmente un alimento para el alma hambrienta del creyente. Charles Spurgeon nos muestra la importancia de la resurrección como verdad del evangelio. Incluso en su época, muchos se desviaban o distorsionaban esta doctrina esencial. J. C. Ryle señala el notable contraste entre el hecho de la resurrección y la lentitud de los discípulos de Cristo para creerla. Albert N. Martin nos presenta entonces cuatro verdades sobre la resurrección de Cristo de entre los muertos que magnifican su gloria y esplendor. ¿Cuál es la evidencia de la resurrección de nuestro Señor? William S. Plumer la examina y detalla para nosotros, y luego Thomas Manton describe los numerosos beneficios que los creyentes reciben de ella: ¡qué cofre del tesoro! Ese poderoso predicador del Gran Despertar, George Whitefield, explica el poder de la resurrección en el alma del cristiano, y David Martyn Lloyd-Jones demuestra la conexión crucial entre la resurrección de Cristo y la vida diaria del creyente. Finalmente, Charles Spurgeon tiene la última palabra sobre este glorioso tema: nos dice que Cristo fue el primero en resucitar y que la resurrección del creyente está garantizada por ello. ¡Alabemos el nombre del Señor! Artículos: El Señor ha resucitado realmente - Charles H. Spurgeon (1834-1892) - El hecho de la resurrección de Cristo - John C. Ryle (1816-1900) - La Gloria de la Resurrección de Cristo - Albert N. Martin - La evidencia de la resurrección de Cristo - William S. Plumer (1802-1880) - Los beneficios de la resurrección de Cristo - Thomas Manton (1620-1677) - El poder de la resurrección de Cristo - George Whitefield (1714-1770) - Resurrección y santificación - David Martyn Lloyd-Jones (1899-1981) - Cristo las primicias - Charles H. Spurgeon (1834-1892) -

Este libro ofrece un cuidadoso análisis de la transformación espiritual y la redención, siguiendo el ministerio de Jesús desde su llamada inicial hasta la revelación de su propósito divino entre los hombres. Se basa en los relatos del Nuevo Testamento para mostrar cómo las enseñanzas de Jesús sobre el Reino de Dios y la importancia del arrepentimiento trascienden el contexto de una simple narración religiosa, reflejando las experiencias de la vida real que perpetúan el evangelio proclamado desde Abraham. La descripción de los acontecimientos se adentra en la experiencia personal de la salvación, subrayando que la verdadera comprensión del Evangelio no surge de los textos escritos, sino de la presencia de Cristo viviendo a través de las personas, haciéndose eco en la experiencia humana y cumpliendo las profecías del Antiguo Testamento. Este proceso está simbolizado por la unión mística entre Dios y el hombre, concretada por la resurrección de Cristo, que abre el camino a la vida eterna y ofrece una comprensión más profunda de las Escrituras. Además, el texto aborda la doble naturaleza de la autoridad que sustenta la historia de Jesús: el testimonio interno del Padre y el testimonio externo de las Escrituras, ambos validados por milagros y signos divinos. El libro describe a los enviados a predicar el Evangelio como individuos convocados a una comunión íntima con lo divino, en la que la experiencia del renacimiento espiritual se asemeja al proceso del parto, convirtiendo el dolor en alegría y dando lugar a una intensa identificación personal con lo divino. Por último, el libro explora la resurrección y la posterior ascensión espiritual, que culmina en una serie de revelaciones que conducen a la fusión con lo divino, simbolizada por un "estanque de luz líquida dorada". Una vez superadas todas las etapas, el individuo se convierte en hijo de la resurrección, trasciende la muerte y alcanza la unidad con el Padre. Así, el Evangelio se revela no como una historia mundana, sino como un relato sobrenatural del plan divino de salvación, que requiere una experiencia directa y personal para ser plenamente comprendido. A.R.Ribeiro. Biblioteca del Nuevo Pensamiento