Una de las terapias psicológicas que más ha destacado por su calidad científica y sus resultados en los últimos años es la activación conductual (AC). Entre las ventajas de este modelo destaca su parsimonia, su facilidad y su eficiencia. De hecho, en la actualidad, la AC es una intervención que ha reunido un aval empírico incuestionable como tratamiento de probada eficacia para la depresión unipolar y, de hecho, la División 12 de la APA lo incluye entre los tratamientos bien establecidos. Por otro lado, la AC ofrece un modelo contextual de la depresión alternativo al modelo médico dominante. Las publicaciones de la AC han proliferado en los últimos años y este desarrollo se acompaña cada vez con más frecuencia de su aplicación más allá de la depresión, por ejemplo, en los trastornos de ansiedad y, singularmente, cuando la depresión es comórbida con otras condiciones clínicas (por ejemplo, el cáncer o el dolor crónico). La intervención que propone la AC se presenta en este libro de forma clara y aplicada. Se trata de un manual sencillo, pero no simplificador, que describe el modelo de intervención y los fundamentos de la terapia, pero que, sobre todo, se detiene en su puesta en práctica. A través de diálogos en las sesiones clínicas, se ilustran las habilidades que el terapeuta debe desplegar a lo largo de las distintas fases de la terapia: evaluación, formulación del caso y devolución, puesta en práctica del programa de tratamiento y aplicación de las técnicas, y cierre de la terapia y prevención de recaídas. No dejan de señalarse también las habilidades que han de mostrarse cuando la AC se emplea en otros problemas que no son la depresión unipolar. El libro será útil a quienes se acerquen a esta terapia por primera vez, pero también para aquellos clínicos que quieran conocer con más detalle las habilidades asociadas a su óptimo ejercicio profesional.

La práctica de la terapia cognitivo-conductual requiere el conocimiento no sólo de las técnicas a utilizar, sino también de los pasos secuenciales del proceso evaluador y terapéutico en general. Es preciso diferenciar claramente los contenidos de los casos, del procedimiento a seguir y de los medios para conseguir unos resultados eficaces. Por otra parte, la terapia en sí contiene elementos propios de la interacción entre dos personas que tiene lugar en un contexto particular; por tanto, se trata de una relación muy especial. La sesión clínica conlleva una serie de comportamientos singulares por parte del paciente que el terapeuta debe manejar con acierto si quiere conseguir buenos resultados. En este libro se proporcionan unas directrices comunes a todos los casos para poder seguir la lógica de la evolución de la terapia. También se presenta una serie de habilidades terapéuticas que permiten afrontar diversas situaciones, unas más frecuentes que otras, que aparecen en la relación paciente-terapeuta.