Alegría, tristeza, ira, miedo... son algunas de las emociones que los niños y niñas deben aprender a reconocer y gestionar. Basado en los principios de la educación emocional, este libro destinado a padres y educadores está repleto de actividades, juegos y recursos para que niños y niñas a partir de 3 años puedan adquirir, de manera divertida y atractiva, una mayor competencia en la gestión de sus emociones. Aprenderán a identificarlas y la forma en la que nuestro cuerpo nos avisa de su presencia plasmándolo en un «mapa emocional», así como elaborando su propio «diario de emociones» y llevando un registro de ellas. Juegos como Abrazos gratis o Mi caja de sonrisas los ayudarán a desarrollar el pensamiento positivo y la resiliencia; El fantasma come-miedos o El globo del enfado les harán ver que los miedos «no son para tanto» y a reconocer y aprender a expresar emociones como el enfado, así hasta 40 propuestas diferentes para enseñar a los más pequeños a conectar con sus emociones y desarrollar estrategias para gestionarlas. Encontrarás también información muy valiosa para ayudarlo a manejar sus celos, qué hacer cuando siente envidia o vergüenza, por qué es importante favorecer la capacidad de sorpresa en el niño o cómo crear un Rincón de la calma, un espacio para ayudarlo a regular emociones como la rabia y a recuperar la serenidad. Juega, disfruta, sueña, comparte y ¡EMOCIÓNATE! de la mano de quien mejor sabe hacerlo: un niño.

Inteligencia emocional infantil y juvenil invita a relajar el cuerpo y a concentrar la mente y nos proporciona ejercicios para cultivar la fortaleza interior en niños y jóvenes. ¿Cuál es la asignatura más importante en la experiencia educativa de su hijo? Usted pensará que las matemáticas, las ciencias o la lengua, pero puede que pase por alto un elemento que adquiere mayor importancia en el estresante mundo actual: la capacidad conocida como «adaptabilidad interior». En Inteligencia emocional infantil y juvenil la educadora Linda Lantieri se alía con el psicólogo Daniel Goleman para ayudar a que los niños respondan a los particulares desafíos del siglo XXI y no sufran sus repercusiones. Esto puede lograrse mediante una guía avanzada que les enseñe, paso a paso, a tranquilizar la mente, a relajar el cuerpo y a dominar las emociones con más habilidad. Por primera vez se ofrecen al público las técnicas demostradas de Linda Lantieri para aumentar la autoestima, mejorar la concentración y la conciencia, y potenciar la empatía y la comunicación. Este poderoso programa se organiza según las diferentes edades y va acompañado por un archivo de audio con ejercicios dirigidos por Daniel Goleman en la versión inglesa original y por otro en castellano con voz y música de Elsa Punset. Inteligencia emocional infantil y juvenil invita a usted y a los niños de su entorno a relajar el cuerpo y a concentrar la mente, a fomentar las cinco competencias básicas que construyen la inteligencia emocional y a trasladar hasta sus experiencias diarias la solidez, la confianza y la curiosidad; y proporciona a padres, profesores y cuidadores las herramientas necesarias para estimular estas habilidades en niños y jóvenes, y ayudarlos a crecer en un mundo donde todavía hay esperanza. «A lo largo de la vida resultan esenciales una mayor autoconciencia, una mejor capacidad para dominar las emociones perturbadoras, una mayor sensibilidad frente a las emociones de los demás y una mejor habilidad interpersonal, pero los cimientos de estas aptitudes se construyen en la infancia.» Daniel Goleman

La emoción es el instante en el que el acero choca contra una piedra y hace brotar una chispa, pues la emoción es la fuete principal de toda toma de conciencia. Carl Gustav Jung

El taller de las emociones es un libro de actividades para trabajar la educación emocional con los más pequeños. Ayúdales a reconocer las emociones, a validarlas y respetarlas para que nuestros niños crezcan más sanos y seguros. ¿Qué hace de El taller de las emociones un libro especial? - Está dirigido a los más pequeños de la casa (de 2 a 6 años). - Se puede trabajar tanto en el aula como en casa, en grupo o de forma individual. - Incorpora 80 fichas que trabajan ocho emociones básicas: alegría, tristeza, miedo, enfado, curiosidad, calma, vergüenza y celos. - Bellamente ilustrado y con ideas para que los niños reflexionen. - Lo firma Begoña Ibarrola, referente indiscutible de la educación emocional en España. A través de estas 80 actividades, el niño desarrollará, de una forma divertida y sencilla, habilidades varias, como son la empatía, la escucha activa, la expresión corporal y la comunicación no verbal, entre otras.

This work is aimed to teachers and families interested in educating in a different way for a better world, providing them with tools for the emotional complement of children and young people. Its pages include up to 40 dynamics and games to teach the little ones to connect with their emotions and learn to manage them. 40 fun proposals to carry them out, both at home and in the classroom. Neuroscience has taught us that play improves learning, which is why each chapter is focused on each of the basic emotions, plus some others that are very present among children and young people, with fun, experiential proposals to learn by playing.

Este libro reúne una serie de herramientas y sugerencias sencillas y fáciles de poner en marcha, tanto en casa como en la escuela. Son propuestas multidisciplinares y ampliamente probadas para que los niños de ahora –adultos en poco tiempo– afronten la vida con equilibrio, humor, perseverancia y, sobre todo, con capacidad para motivarse y encarar con entusiasmo cualquier iniciativa. • Cómo hablar para que el niño comparta, piense y reflexione. • Gestión del estrés. Pantallas y redes sociales. • Habilidades comunicativas. Saber escuchar. Asertividad. • Ejercicios para reconocer las emociones. • Frases, cuentos y relatos para trabajar las emociones. Sabemos por experiencia que los niños con una educación emocional positiva y estable muestran una capacidad intelectual más abierta y adecuada, sobre todo si tenemos en cuenta que, muy a menudo, nuestras emociones pueden llegar a desbordar y hacernos actuar de manera irracional. El proceso de educar emocionalmente a los niños es en estos momentos una de las tareas más apasionantes en pedagogía... y en el entorno familiar. Está comprobado que los individuos que gobiernan adecuadamente sus emociones y que también saben interpretar y relacionarse efectivamente con las de los demás, disfrutan de una situación ventajosa en todos los dominios de la vida: son personas más satisfechas, más eficaces y más capaces de dominar los hábitos mentales que determinan la productividad. Por el contrario, quienes no pueden controlar su vida emocional, se debaten en constantes conflictos internos que socavan su capacidad de trabajo y les impiden pensar con suficiente claridad. Con las habilidades necesarias, cualquier niño o niña puede llegar a percibir e identificar, comprender y manejar las emociones en uno mismo y en los demás, siendo esa la base de la competencia emocional, nada menos que poner a los más pequeños en la rampa de salida de un camino positivo y constructivo.