Esta obra tiene como campo de exploración cuanto la Revelación nos dice sobre el hombre. De ahí su contenido: la creación, el pecado original, la justificación y la gracia, el fin último.

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Mi nombre es M.C.R. El Pensador, un servidor de Jesucristo y la Fe es mi apellido, porque todo aquel que inspira fe a través del mensaje de Dios, la gracia del cielo cubre sus pasos. En estos diversos temas, la fe de la oración es muy importante en nuestras vidas "hermanos", porque es lo que une el cielo a la tierra y la tierra al cielo en alianza entre el creador y lo creado. Es la unión universal del misterio de la vida, de la cual disfrutamos durante la peregrinación de la estadía de nuestra existencia. Dice el Maestro Jesucristo en la Revelación del Mensaje del Infinito que orar con fe da vida al alma en los llamados de auxilio al cielo. Inspirado por la fe y el deber a Dios, le doy las gracias por hacerme el regalo más preciado del mundo, que es ser un instrumento del Señor en los pasos de la salvación de las almas, que en paso de oscuridad, andan con el velo de la ceguera haciendo de una tierra santa, tierra de pecado en un mundo de fe ciega, que vaga en el festival de vestimenta de santidad en apariencia de vivir en gracia con Dios, mientras servimos a los amos de la tierra. Es por eso que orar no solo consiste en orar, si el mensaje a Dios es con alma vacía. ¡Así es mis hermanos! Hagamos de la oración un átomo de vida para que así sean escuchados nuestros ruegos. Hermanos de la fe, este libro está basado en fe y motivado por mí como un bálsamo de fe, esperanza y caridad. Para que en cada parágrafo lleve grabado puño y letra del verdadero autor Jesucristo, el Maestro de los Maestros, el que ha inspirado en mí a través de la Revelación del Mensaje del Infinito y la gracia del cielo, para que en él encuentre alivio todo aquel que este cargado. Que encuentre descanso, paz y consuelo, ya que del huerto de Dios, este santo rosario de plegarias y oraciones, traerá paz donde haya discordia y alivio del alma y un remanso de paz celestial para el que esté afligido. Santa palabra, Dios te ama... Amen, Aleluya El Pensador