Not just a history of the world, this is also a history for the world. Packed full of fascinating information, it is written in the same lively and accessible style that charmed the readers of Cyril Aydon's previous books Charles Darwin and A Book of Scientific Curiosities. It follows the fortunes and misfortunes of the human race, from the time when our ancestors took their first tentative steps out of Africa, to the day when human beings set foot on the moon; from the domestication of the first donkey to the cloning of Dolly the sheep; and from the building of the pyramids to the designing of the World Wide Web. Informed by the most recent historical and archaeological research, the book focuses not on the conventional small change of kings and queens, battles, and political maneuvers, but on developments that have really shaped the lives of human beings around the globe: the Neolithic revolution in agriculture, the invention of writing, the rise and fall of empires, the birth of great religions, the industrial revolution. This book asks whether we have really changed, or are we just stone-age people living in a space age we have made but cannot control.

LA FILOSOFÍA EXISTENCIALISTA "Uno de los pensamientos que en este momento está conmoviendo al mundo civilizado es la de la Filosofía Existencialista. No es una simple especulación de la inteligencia, ni tampoco una lucubración de aula o de gabinete solamente; tiene su raigambre en la vida social, en el momento histórico. Ciertamente, la historia la está forjando y los pensadores que la formulan, principalmente de Europa, ven en ella una solución al desaliento que está destrozando las almas después de las guerras catastróficas que han deshecho tantas obras de belleza y anulado tantas vidas." Adalberto García de Mendoza (1948)

"El hombre ¿azar o diseño?" En esta obra se hace una exposición sucinta de fenómenos y elementos materiales que conforman el universo y, por tanto, también al ser humano, como un ser que tiene cuerpo y vida, y por ello sometido a leyes físicas y biológicas, pero que se desempeña trascendiendo esta clase de leyes. El hombre no puede tener su origen sólo en la materia bruta. Los acontecimientos del cosmos que le preceden, tampoco justifican suficientemente su existencia y su naturaleza, que desborda y trasciende la materia. Siendo el hombre un ser inteligente, su existencia demanda una causa inteligente, superior a él, causa que no se encuentra ni en el azar ni en la materia. En este entramado se conjugan la filosofía, la ciencia, el arte, la historia y la religión.