Un agudo examen sobre la esencia de la seducción: el modo de influencia más refinadola forma más embriagante del poder. El encanto, la persuasión, el talento para crear ilusiones: és-tas son tres de las muchas habilidades del seductor, ese individuo irresistible y capaz de manipular, engañar y dar placer a la vez. Llevada a la altura del arte, la seducción ha acabado con imperios, ganado elecciones presidenciales y esclavizado a las mentes más brillantes. En este libro revelador, Robert Greene expone las dos caras del acto seductor: el carácter y el proceso. Por un lado, detalla las nueve clases de personalidad seductora; por el otro, disecciona las veinticuatro maniobras y estrategias que hacen que la víctima caiga rendida. A partir de las ideas de autores como Freud y Kierkegaard, y las historias de figuas como Cleopatra, John F. Kennedy y Andy Warhol, Greene presenta un compendio magistral sobre una de las ar-mas más poderosas de la humanidad.

SEDUCIR... O SER SEDUCIDO. 24 estrategias para dominar este arte. 24 claves que reúnen todas las estrategias para seducir a alguien, no solo en las relaciones sentimentales, sino en cualquier ámbito de la vida: en los negocios, entre amigos, en el entorno familiar... Cada tipo de persona (sirena, calavera, dandy, carismático, estrella, etc.) tiene unas armas que emplear para seducir y que también debe conocer para saber si está siendo seducido. SEDUCIR... O SER SEDUCIDO 1. Elijamos a la víctima apropiada. 2. Creemos un falso sentido de seguridad. 3. Enviemos señales variadas. 4. Aparentemos ser un objeto de deseo. 5. Creemos una necesidad: suscitemos ansiedad y descontento. 6. Dominemos el arte de la insinuación. 7. Participemos de su estado de ánimo. 8. Creemos la tentación. 9. Mantengamos el suspense. 10. Utilicemos el poder diabólico de las palabras para sembrar confusión. 11. Prestemos atención al detalle. 12. Poeticemos nuestra presencia. 13. Utilicemos la debilidad y la vulnerabilidad estratégicas para desarmar. 14. Confundamos deseo y realidad: la ilusión perfecta. 15. Aislemos a la víctima. 16. Demostremos nuestra valía. 17. Efectuemos una regresión. 18. Estimulemos el tabú transgresor. 19. Utilicemos señuelos espirituales. 20. Mezclemos placer con dolor. 21. Démosles espacio para caer: el perseguidor perseguido. 22. Utilicemos reclamos físicos. 23. Dominemos el arte del movimiento audaz. 24. Cuidado con los efectos secundarios. No hay que permitir jamás que la otra persona dé por seguro nuestro amor: utilicemos la ausencia, creemos dolor y conflicto, para mantener en ascuas al seducido. ¿A QUÉ TIPO PERTENECES? 1. Sirena 2. Calavera 3. Amante ideal 4. Dandy 5. Seductor natural 6. Coqueta 7. Encantador 8. Carismático 9. Estrella

El encanto, la persuasión, el talento para crear ilusiones: éstas son tres de las muchas habilidades del seductor, ese individuo irresistible y capaz de manipular, engañar y dar placer a la vez. Llevada a la altura del arte, la seducción ha acabado con imperios, ganado elecciones presidenciales y esclavizado a las mentes más brillantes. En esta versión compendiada de su best seller El arte de la seducción, Robert Green expone las dos caras del acto seductor: el carácter y el proceso. Por un lado, detalla las nueve clases de personalidad seductora; por el otro, disecciona las veinticuatro maniobras y estrategias que hacen que la víctima caiga rendida. A partir de las ideas de autores como Freud y Kierkegaard, y las historias de figuras como Cleopatra, John F. Kennedy y Andy Warhol, Greene presenta un breviario magistral sobre una de las armas más poderosas de la humanidad.

The dictatorship of Rafael Trujillo, who ruled the Dominican Republic from 1930 until his assassination in 1961, was one of the longest and bloodiest in Latin American history. The Dictator’s Seduction is a cultural history of the Trujillo regime as it was experienced in the capital city of Santo Domingo. Focusing on everyday forms of state domination, Lauren Derby describes how the regime infiltrated civil society by fashioning a “vernacular politics” based on popular idioms of masculinity and fantasies of race and class mobility. Derby argues that the most pernicious aspect of the dictatorship was how it appropriated quotidian practices such as gossip and gift exchange, leaving almost no place for Dominicans to hide or resist. Drawing on previously untapped documents in the Trujillo National Archives and interviews with Dominicans who recall life under the dictator, Derby emphasizes the role that public ritual played in Trujillo’s exercise of power. His regime included the people in affairs of state on a massive scale as never before. Derby pays particular attention to how events and projects were received by the public as she analyzes parades and rallies, the rebuilding of Santo Domingo following a major hurricane, and the staging of a year-long celebration marking the twenty-fifth year of Trujillo’s regime. She looks at representations of Trujillo, exploring how claims that he embodied the popular barrio antihero the tíguere (tiger) stoked a fantasy of upward mobility and how a rumor that he had a personal guardian angel suggested he was uniquely protected from his enemies. The Dictator’s Seduction sheds new light on the cultural contrivances of autocratic power.