Este manual está dirigido a estudiantes de comunicación y de educación de grado y posgrado. El eje central de toda la obra es el novedoso concepto de Factor R-elacional, atendiendo al nuevo modelo que los autores han bautizado como «TRIC» (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación), que dibuja un nuevo escenario de contextos y mediaciones en la comunicación digital y móvil. Este libro contiene todas las partes esenciales para entender la comunicación digital: fundamentos, principios, interactuantes, competencias, mediaciones e inteRmetodología.Desde una perspectiva educomunicativa, los autores proponen métodos innovadores para llevar a cabo prácticas de aprendizaje digital en entornos presenciales, semipresenciales y virtuales. Como aportación final, se entrevista a seis reconoidos expertos en educación mediática y competencia digital para abordar desde su mirada diferentes temas planteados en el libro, de forma dialógica y abierta a la reflexión. También se brinda a los lectores la posibilidad de participar e interactuar en un laboratorio de experiencias TRIC.

Enfrentados a la noción de progreso y al umbral evolutivo de la inteligencia artificial que alimentan los imaginarios sobre nuestro futuro, las reflexiones y los ensayos que reúne este libro buscan fundar un nuevo paisaje crítico, en la zona donde se encuentran el arte, la teoría crítica y la tecnología. Un paisaje lleno de innovación, profundamente latinoamericano, ensamblado con los artefactos de vanguardia del presente, donde la obra de artistas digitales se cruza con operaciones de desguace, piratería de hardware, performances autómatas, movimientos estéticos contemporáneos, sueños maquínicos, y otros ensambles teóricos con el objetivo de "desenmascarar las quimeras modernas que tendieron a cajanegrizar el pensamiento", como sostiene Jazmín Adler en la introducción. El resultado es una cartografía que pueda revelar un nuevo horizonte crítico sobre la tecnología, sus procesos y nuestros imaginarios futuristas: materialidades extrañas que cubren nuestra cotidianeidad pero se ocultan ante nuestra mirada.

In the years before the Second World War agriculture in most European states was carried out on peasant or small family farms using technologies that relied mainly on organic inputs and local knowledge and skills, supplying products into a market that was partly local or national, partly international. The war applied a profound shock to this system. In some countries farms became battlefields, causing the extensive destruction of buildings, crops and livestock. In others, farmers had to respond to calls from the state for increased production to cope with the effects of wartime disruption of international trade. By the end of the war food was rationed when it was obtainable at all. Only fifteen years later the erstwhile enemies were planning ways of bringing about a single agricultural market across much of continental western Europe, as farmers mechanised, motorized, shed labour, invested capital, and adopted new technologies to increase output. This volume brings together scholars working on this period of dramatic technical, commercial and political change in agriculture, from the end of the Second World War to the emergence of the Common Agricultural Policy in the early 1960s. Their work is structured around four themes: the changes in the international political order within which agriculture operated; the emergence of a range of different market regulation schemes that preceded the CAP; changes in technology and the extent to which they were promoted by state policy; and the impact of these political and technical changes on rural societies in western Europe.

Con el inicio del siglo XX, las sociedades de Europa occidental protagonizaron el decisivo proceso de transición a la política de masas. Los estudios recogidos en este volumen centran la atención especialmente en las experiencias de España, Reino Unido, Italia y Alemania. Analizadas todas ellas desde una perspectiva comparativa, se constata que democratización, nacionalización y socialismo no son sino manifestaciones de un mismo problema, el de la transición a la política de masas, el cual debe entenderse también como transición a la política democrática.

The island of Hispaniola is split by a border that divides the Dominican Republic and Haiti. This border has been historically contested and largely porous. Dividing Hispaniola is a study of Dominican dictator Rafael Trujillo's scheme, during the mid-twentieth century, to create and reinforce a buffer zone on this border through the establishment of state institutions and an ideological campaign against what was considered an encroaching black, inferior, and bellicose Haitian state. The success of this program relied on convincing Dominicans that regardless of their actual color, whiteness was synonymous with Dominican cultural identity. Paulino examines the campaign against Haiti as the construct of a fractured urban intellectual minority, bolstered by international politics and U.S. imperialism. This minority included a diverse set of individuals and institutions that employed anti-Haitian rhetoric for their own benefit (i.e., sugar manufacturers and border officials.) Yet, in reality, these same actors had no interest in establishing an impermeable border. Paulino further demonstrates that Dominican attitudes of admiration and solidarity toward Haitians as well as extensive intermixture around the border region were commonplace. In sum his study argues against the notion that anti-Haitianism was part of a persistent and innate Dominican ethos.

Volume II: Special Workshops Initia Via Editora