La brujería es un término que se refiere a cualquier influencia de un individuo que posee poder mágico sobre la propiedad, la mente o el cuerpo de otra persona contraria a esa voluntad de otra persona. Las prácticas de brujería incluyen la creencia en poderes mágicos, como el poder de invocar el espíritu de un hombre muerto, la capacidad de diagnosticar y curar enfermedades, la capacidad de cambiar de un ser humano a un animal y la capacidad de causar y detener accidentes de tráfico. . Se cree que los usuarios de magia tienen el poder de causar enfermedades en humanos, desgracias, enfermedades en animales, impotencia, muerte súbita y otras formas de desgracias. Esta práctica cultural hace que las personas sospechen que otros se dedican a la brujería, lo que da lugar a ataques contra los sospechosos de brujería.4 La historia ha revelado que, antes del régimen colonial, las creencias sobre la brujería formaban parte integral de la vida cotidiana en la mayoría de las sociedades africanas. Como tal, numerosos principios del derecho consuetudinario tenían que prever sanciones destinadas a la restitución, dependiendo de la dureza del abuso causado por la brujería. Sin embargo, las creencias en la brujería persisten y estas creencias afectan a todas las clases de la sociedad y siguen siendo una realidad social en Tanzania y muchos otros países africanos como Ghana, Angola, Malawi y Sudáfrica.

The mythological, folkloric, and religious beliefs of Western culture have resulted in a long and ongoing history of esoteric themes in theatre from the Middle Ages to the present in Spain and the America. Now Robert Lima, a noted comparatist, brings to bear on this material his wide knowledge of the world of the occult. Lima defines the terms "occult" and "occultism" broadly to embrace the many ways in which humans have sought to fathom a secret knowledge held to be accessible only through such supernatural agencies as alchemy, angelology, asceticism, astrology, demonolatry, divination, ecstasy, magic, necromancy, possession, Santeria, séances, voudoun, and witchcraft. The dramatic works covered range from medieval materializations of Hell to the Golden Age plays of Lope de vega, Tirso de Molina, and Calderón de la Barca, to modern stage works by Valle-Inclán, García Lorca, Casona, Miras, and a number of significant Afro-Brazilian and Caribbean dramatists. The concluding comprehensive bibliography of the drama of the occult is invaluable.