Informe presentado al ministro de salud australiano en 1989 en el que se propone por primera vez una politica nacional de salud para las mujeres que refleja apropiadamente sus necesidades. El informe es fruto de un largo camino que empezo con la importante aportacion de la delegacion australiana en la conferencia mundial de nairobi en 1975; ya en 1985 tuvo lugar una conferencia nacional sobre la salud de la mujer, repetida en 1985; en este mismo año se creo la figura de un asesor especial del ministro de sanidad y un subcomite de mujer y salud para desarrollar y coordinar las politicas en este campo. El asesor especial tuvo contactos informales con una amplia gama de organizaciones de mujeres, representantes gubernamentales y suministradores de servicios que produjo un documento a debatir por toda la comunidad atraves de reuniones consultivas en las diferentes ciudades y pueblos del pais. Se coordinaron las cuestiones estructurales que afectan a la igualdad de trato y programas e iniciativas ya existentes sobre campañas de prevencion, bienestar social y mujeres marginadas dando gran consistencia al registro de los problemas de las mujeres, tanto los generales como aquellos que afectan a grupos especificos. En el capitulo ii se resume la politica mundial en materia de salud hacia el año 2000 en la atencion primaria y los factores socioeconomicos. El capitulo iii da detalles sobre los temas que las mujeres consideran prioritarios: Planificacion familiar y sexualidad, la salud en la tercera edad, salud mental, violencia sexual, salud laboral y seguros, salud y cuidado de los hijos y los efectos de los esteriotipos sexuales en la salud de las mujeres. En el capitulo iv se exponen las lineas de accion: Desarrollo de los servicios de salud para las mujeres, informacion sanitaria, recogida de datos, participacion en la toma de decisiones y formacion de suministradores de servicios de salud. En el capitulo v se reproduce el documento oficial de declaracion de la politica nacional sobre la salud de la mujer. Y por ultimo, se incluyen las lineas para el desarrollo del plan, presupuesto y recomendaciones para otros programas que se estan llevando a cabo en los estados y territorios de la commonwealth.

The women's health movement shocked and scandalised when it burst into Australian politics in the early 1970s. It cast the light of day onto taboo subjects such as sexual assault, abortion and domestic violence, provoking outrage and condemnation. Some of the services women created for themselves were subjected to police raids; sex education material was branded 'indecent'. Moreover, women dared to criticise revered institutions, such as the medical system. Yet for all its perceived radicalism, the movement was part of a much broader and relatively conventional international health reform push, which included the 'new' public health movement, the community health centre movement and, in Australia, the Aboriginal health movement, all of which were critical of the way medical systems had been organised during the 20th century. The women who joined the movement came from diverse backgrounds and included immigrant and refugee women, Aboriginal women and Anglo women. Initially, groups worked separately for the most part but as time went on, they found ways to cooperate and collaborate. This book presents an account of the ideas, the diverse and shared efforts and the enduring hard work of women's health activists, drawn together in one volume for the first time. This relentless activism gradually had an impact on public policy and slowly brought forth major attitudinal changes. The book also identifies the opportunities for health reform that were created along the way, opportunities which deserve to be more fully embraced.