Los servicios de transporte marítimo de bienes constituyen un factor importante en el desarrollo y mantenimiento del comercio internacional. De acuerdo con cifras de la Revista de Transporte Marítimo de la UNCTAD, para el año 2004 fueron transportadas por vía marítima un total de 6,760 millones de toneladas de carga. Si bien es cierto que la tendencia actual del transporte de bienes conduce a la integración de servicios bajo el concepto de logística de la distribución física de mercancías, también lo es que el transporte es uno de los factores más importantes de dicha logística, y dentro de él, la vía marítima sigue siendo la más utilizada para la distribución física internacional de bienes objeto de comercio

La nueva edición de este libro sobre el Contrato de transporte marítimo de mercancías presta atención al régimen de este contrato contenido en las “Reglas de La Haya-Visby” que rigen en España como, en general, en los más importantes países navieros del mundo. Estas Reglas van camino de estar vigentes, con algunas modificaciones, durante cerca de un siglo. Se recoge también en este volumen una referencia a las “Reglas de Hamburgo”, que fueron aprobadas en 1978 y cuya aceptación se ha visto limitada a los países emergentes. Ante este fracaso las Naciones Unidas han aprobado y puesto a la firma un nuevo tratado sobre este contrato que contiene las llamadas oficialmente “Reglas del Rotterdam”, que no simplemente tratan de superar las anteriores, sino que pretenden regular los transportes de mercancías “puerta a puerta” con participación necesaria de un tramo de transporte marítimo. Reglas a las que se presta también atención en este libro, aun cuando su vigencia se producirá sólo cuando al menos veinte Estados las hayan ratificado, lo que permite pensar que su entrada en vigor tardará un cierto tiempo. En todo caso ofrece interés su conocimiento y su pretensión de superar las “Reglas de La Haya-Visby”. El desarrollo de la flota española dirigida al transporte de mercancías, tras una crisis que se ha prolongado durante un periodo de tiempo, encuentra actualmente en la Unión Europea un manifiesto impulso ante el incremento de más de un 60% del transporte de mercancías por carretera en Europa, con los costes negativos que produce ese incremento, que se desea paliar con otros medios de transporte, principalmente el marítimo.

Una visión integral del proceso de transporte marítimo El transporte marítimo es una pieza clave de la cadena de suministro global. La capacidad y versatilidad que ofrecen los buques, la seguridad y la eficacia alcanzada mediante el uso del contenedor, permiten una cobertura mundial a un costo reducido para transportar todo tipo de mercancías. Este libro detalla los elementos que intervienen en la cadena del transporte marítimo, y describe las infraestructuras y las figuras profesionales que participan en esta actividad: la empresa naviera, la estibadora, la consignataria, la transitaria, etc. Otro aspecto relevante que se examina en profundidad son las diferentes tipologías de buques de acuerdo con las mercancías que transportan. En un apartado jurídico y legal, se hace un exhaustivo estudio de los contratos, los seguros y las incidencias que pueden sobrevenir en el transporte. Todo ello permite obtener una visión completa de los requerimientos y las eventualidades que los usuarios y los operadores de transporte deben contemplar, especialmente en el momento de formalizar la contratación de los servicios. Esta obra es un manual de consulta, sumamente útil y funcional, que facilita al lector los conocimientos para optimizar la gestión del transporte marítimo en el ámbito del proceso logístico. Contenido didáctico para una formación integral.Análisis legal y contractual del seguro en el transporte marítimo.Tipos y funciones de los contratos de transporte.Aspectos legales y preventivos de los accidentes marítimos.

Se analiza la aplicación del régimen del convenio de Roma a los contratos de transporte marítimo de mercancías y las interacciones de este Convenio con otros Convenios existentes en la materia. Se estudian, en primer lugar, los textos de naturaleza sustantiva existentes, creados con la intención originaria de hacer desaparecer el recurso a la técnica conflictual, destacando los aspectos fundamentales de dicha regulación que sirven para demostrar los conflictos existentes entre los distintos textos convencionales y la ausencia efectiva de uniformidad en la materia. Se examina, en segundo lugar, la normativa conflictual que mejor se adapta al sector de la contratación internacional. A lo largo de toda la obra se observa la carencia de una solución uniforme y ajustada a todos los intereses y a todos los Estados que conforman la comunidad marítima internacional.

El tema escogido para este trabajo, El periodo de responsabilidad del porteador en el transporte marítimo, obedece a una pregunta que desde antaño ha sobrevolado la mente de los juristas, académicos y prácticos, dedicados a las cuestiones marítimas: ¿cuáles son los extremos que acotan la responsabilidad del porteador en el viaje marítimo? El periodo de responsabilidad constituye, sin lugar a dudas, uno de los más importantes aspectos legales del contrato de transporte. Permite a las partes que participan en la ejecución de un contrato, especialmente al porteador, conocer en qué momento comienza y termina su responsabilidad, pudiendo estas anticipar sus riesgos y diseñar sus estrategias comerciales consecuentemente. Los ya cerca de un centenar de años de experiencia en su aplicación y análisis revelan sobradamente lo difícil que resulta la interpretación uniforme del Convenio de Bruselas de 1924 en este punto. Las Reglas de Hamburgo de 1978 supusieron un significativo avance, pero la escasa repercusión que han tenido en el panorama del comercio internacional ha llevado a su olvido. Recientemente UNCITRAL-CNUDMI ha elaborado un nuevo Instrumento que, por primera vez, pretende regular en su totalidad el contrato de transporte internacional de mercancías. Las Reglas de Rotterdam disciplinan de forma algo más precisa, aunque veremos si con igual éxito, el periodo de responsabilidad del porteador, tratando de dar solución a la disparidad doctrinal y jurisprudencial que en torno a este periodo existe. En medio de esta concurrencia de textos internacionales, nuestro país conoce desde 2014 una nueva Ley de Navegación Marítima. La opción elegida por el legislador parece haber acabado con la diversidad interpretativa, situando a nuestro país entre aquellos que disponen de una norma imperativa aplicable a esa fase portuaria del transporte.