El programa de ICETE para el liderazgo académico (IPAL, por sus siglas en inglés) fue establecido oficialmente en 2010 a raíz de la necesidad de brindar capacitación a las instituciones teológicas en diversas regiones del mundo. IPAL ofrece seminarios de cuatro días en un ciclo de tres años para el desarrollo profesional de administradores académicos evangélicos, con el fin de ayudar a las instituciones en su búsqueda de calidad y excelencia. Este libro es el tercer y último volumen de la serie, cuya finalidad es acompañar y apoyar los seminarios de IPAL, además de proveer, independientemente, un recurso para ayudar a las instituciones teológicas en el desarrollo de su facultad de profesores. El desarrollo docente está en el corazón de la educación teológica. Este libro sienta los fundamentos para que las instituciones puedan equipar y entrenar a sus líderes emergentes y encomendarles la tarea de avanzar sus carreras y mejorar los estándares de su docencia e investigación. Los que han contribuido a este volumen comparten los hallazgos de investigaciones llevadas a cabo en instituciones académicas evangélicas en diversos contextos alrededor del mundo, a fin de que otros administradores sénior puedan mejorar la calidad de la educación teológica en su propia institución.

El programa de ICETE para el liderazgo académico (IPAL, por sus siglas en inglés) fue establecido oficialmente en 2010 a raíz de la necesidad de brindar capacitación a las instituciones teológicas en diversas regiones del mundo. IPAL ofrece seminarios de cuatro días en un ciclo de tres años para el desarrollo profesional de administradores académicos evangélicos, con el fin de ayudar a las instituciones en su búsqueda de calidad y excelencia. Esta publicación es la primera de tres volúmenes cuya finalidad es acompañar y apoyar a los seminarios de IPAL, además de proveer, independientemente, un acceso más amplio a los principios que necesitan los líderes académicos para el desarrollo institucional. Cada capítulo comparte la experiencia del autor e ilustra su comprensión de la educación, el liderazgo y la administración en el ámbito de las instituciones académicas evangélicas. Este volumen, que intencionalmente toma por sentada la amplia variedad de contextos no-occidentales, es una guía de vital valor para administradores principales alrededor del mundo.

El programa de ICETE para el liderazgo académico (IPAL, por sus siglas en inglés) fue establecido ofi cialmente en 2010 a raíz de la necesidad de brindar capacitación a las instituciones teológicas en diversas regiones del mundo. IPAL ofrece seminarios de cuatro días en un ciclo de tres años para el desarrollo profesional de administradores académicos evangélicos, con el fi n de ayudar a las instituciones en su búsqueda de calidad y excelencia. Esta publicación es el segundo de tres volúmenes cuya fi nalidad es acompañar y apoyar a los seminarios de IPAL, además de proveer, independientemente, un acceso más amplio a los principios que necesitan los líderes académicos para el desarrollo curricular e institucional. Cada capítulo comparte la experiencia del autor o la autora e ilustra su comprensión de la educación y el diseño curricular en el ámbito de las instituciones académicas evangélicas. Este volumen, que intencionalmente toma por sentada la amplia variedad de contextos nooccidentales, es una guía de vital valor para administradores académicos alrededor del mundo.

El mejor modelo para la educaci�n teol�gica y la formaci�n ministerial debemos buscarlo en el Nuevo Testamento. All�, el verbo que se usa en relaci�n con el discipulado no es aprender sino seguir. El l�der cristiano debe ser alguien que aprende siguiendo a Jes�s. El factor clave para la formaci�n ministerial del liderazgo cristiano no es cu�ntos a�os de estudio tiene la persona, cu�ntos libros ley�, en qu� instituci�n teol�gica estudi�, qui�nes fueron sus profesores y qu� calificaciones obtuvo. Lo que hace de una persona un l�der cristiano efectivo es su seguimiento de Jes�s como disc�pulo de �l. Los estudios formales tienen su valor, pero no garantizan un liderazgo cristiano efectivo.Cuando miramos al ministerio de Jes�s en su empe�o por formar a un grupo de seguidores suyos para la tarea que ten�an por delante una vez que �l se fuera, vemos al Se�or b�sicamente como maestro y comisionador de sus disc�pulos. En el ministerio de Jes�s, los contenidos te�ricos de la pr�ctica ministerial iban acompa�ados del ejercicio supervisado de la misma. Es interesante, en este sentido, ver c�mo Jes�s les ense�� a sus disc�pulos el significado del reino de Dios a trav�s de par�bolas y de sus acciones de poder, y luego los env�o a poner en pr�ctica lo que hab�an aprendido. As� fue con los Doce (Lc. 9:1-6) y m�s tarde con los Setenta y Dos (Lc. 10:1-24).Adem�s, en el ministerio de Jes�s, la visi�n ministerial estaba fundada en la comprensi�n integral del evangelio y en una cosmovisi�n particular. La ense�anza y la pr�ctica de Jes�s estaban dominadas por su comprensi�n del reino de Dios como una realidad presente en todo su poder y gracia. Lo que Jes�s dec�a y lo que �l hac�a era una expresi�n acabada de su convicci�n absoluta en la realidad de que con �l, el reino de Dios se estaba manifestando. Es por esto que en su praxis ministerial los contenidos de la fe iban junto con el ejercicio de la misma. Y esta praxis ministerial fue el libro de texto de los disc�pulos de Jes�s, el material de reflexi�n para ellos. Esto signific�, a su vez, que en el ministerio de Jes�s la relaci�n maestro-disc�pulos se caracterizara por la horizontalidad, el ejemplo personal, el acompa�amiento, la sujeci�n a la autoridad del maestro y la disciplina. El proceso de formaci�n no estaba regido por normas institucionales ni demandas carnales. Maestro y disc�pulos fueron protagonistas en el proceso formativo. Ambos lograron cambios de conducta como resultado de la experiencia. Pablo A. Deiros, Liderazgo Cristiano, Formaci�n Ministerial (Buenos Aires: Publicaciones Proforme, 2008).