Nadie nace siendo integro, la integridad se cultiva, se alcanza con esfuerzo; claro está, en la medida de la disposición de exponernos ante Dios. La integridad es la apertura que el espíritu humano adquiere de permitir que la herencia de pecado sea expuesta a la luz; nadie que no esté dispuesto a exponerse ante Dios puede ser integro.Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y escondíme. Génesis 3:10La integridad no tiene nada que ver con la moralidad, aunque por supuesto, habrá quienes se afanen por definirla en función de ella. La integridad es una virtud de ánimo de carácter espiritual, y por lo tanto, para cultivarla es necesario erradicar primero todos los modelos y patrones seculares sobre los cuales se ha querido construirla.La integridad es ordenada a partir de la decisión personal de actuar según disposiciones divinas, solo puede ser integro quien está dispuesto a honrar a Dios a través de sus ejecutorias. La razón básica de por qué no podemos ser íntegros se debe a que muy pocos han decidido tener a Dios en su noticia.Y como a ellos no les pareció tener a Dios en su noticia, Dios los entregó a una mente depravada, para hacer lo que no conviene, Romanos 1:28Pensar que podemos llegar a ser íntegros sin Él es alejarnos de la posibilidad de serlo, ampararnos en la moralidad como recurso alterno nos envuelve en un hechizo; así que, quienes quieran exponerse a la posibilidad de ser íntegros en Dios, bienvenidos, y adelante en el esfuerzo.Tengo muchos años en el Evangelio, y en el pastorado, y he notado que muchos creyentes -entre ellos yo- aunque en Cristo y fieles participantes de una congregacion de fe, no han podido alcanzar un estatus de integridad total; y no quiero que confunda creyendo que cuando señalamos la no integridad de alguien equivale a identificar al tal como una persona pecadora. Una persona puede estar exenta del pecado y no ser integro, y es porque la integridad tiene que ver con perfección, y no con niveles de contaminación, como es destacada en la moralidad.

Nadie nace siendo integro, la integridad se cultiva, se alcanza con esfuerzo; claro est?, en la medida de la disposici?n de exponernos ante Dios. La integridad es la apertura que el esp?ritu humano adquiere de permitir que la herencia de pecado sea expuesta a la luz; nadie que no est? dispuesto a exponerse ante Dios puede ser integro. Y ?l respondi?: O? tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y escond?me . G?nesis 3:10 La integridad no tiene nada que ver con la moralidad, aunque por supuesto, habr? quienes se afanen por definirla en funci?n de ella. La integridad es una virtud de ?nimo de car?cter espiritual, y por lo tanto, para cultivarla es necesario erradicar primero todos los modelos y patrones seculares sobre los cuales se ha querido construirla. La integridad es ordenada a partir de la decisi?n personal de actuar seg?n disposiciones divinas, solo puede ser integro quien est? dispuesto a honrar a Dios a trav?s de sus ejecutorias. La raz?n b?sica de por qu? no podemos ser ?ntegros se debe a que muy pocos han decidido tener a Dios en su noticia. Y como a ellos no les pareci? tener a Dios en su noticia, Dios los entreg? a una mente depravada , para hacer lo que no conviene, Romanos 1:28 Pensar que podemos llegar a ser ?ntegros sin ?l es alejarnos de la posibilidad de serlo, ampararnos en la moralidad como recurso alterno nos envuelve en un hechizo; as? que, quienes quieran exponerse a la posibilidad de ser ?ntegros en Dios, bienvenidos, y adelante en el esfuerzo.

La Integridad de Dios asegura a la humanidad que la absoluta confianza en un Dios perfecto está bien fundamentada. La inflexible fortaleza de la esencia de Dios está detrás de todo lo que él hace o patrocina. Todos los atributos de su esencia forman un consistente e indivisible total —la totalidad de su persona— y cada atributo trabaja en conjunto en completa armonía para el bien supremo del creyente. Dios siempre ha gozado de integridad como parte de su esencia eterna, infinita y perfecta. La integridad de Dios está compuesta de dos atributos divinos —perfecta rectitud y absoluta justicia. La integridad divina se coordina con el amor divino; juntos forman un sistema perfecto e inviolable a través del cual Dios trata con la raza humana en gracia. La gracia es la expresión del amor y la integridad de Dios y la inflexible política de su justicia. La integridad divina asegura que el Dios de amor y gracia no sea ni sentimental, ni parcial, ni indeciso hacia ninguna persona. La Integridad de Dios define la integridad de Dios y cómo opera a favor de todos los cristianos, desde el momento de su salvación a la vida espiritual y a sus recompensas en el cielo. Comprendiendo esta doctrina bíblica aclara el propósito de nuestras vidas y explica nuestra magnífica relación con el Dios de rectitud y justicia.

Integridad Cristiana es la fortaleza del creyente que crece. Integridad significa entereza de carácter, consistencia entre palabra y obra, adherencia inflexible a un código de valores. La integridad cristiana viene por vivir la Palabra de Dios. Este libro presenta la forma de vivir cristiana como una unidad dinámica. Cada mandamiento bíblico para el creyente revela un aspecto de la gracia de Dios, pero todas sus provisiones de gracia trabajan juntas como un único sistema de poder y amor. Al comprender el plan de Dios como un sistema integral, el creyente puede cumplir todos los mandatos de Dios. Podrá evitar las distorsiones que vienen de tomar ciertos principios bíblicos favoritos fuera de su contexto doctrinal. Ninguna parte del sistema de Dios funcionará efectivamente si está aislada del sistema como un todo. El creyente que vive en el sistema del poder y el amor de Dios tendrá integridad cristiana.

EL TIEMPO ES LA PRUEBA DEL CARÁCTER DE UN HOMBRE. EL CARÁCTER ES LA MEDIDA DE LA HOMBRÍA. LA SABIDURÍA LLEGA CON LOS AÑOS... Esas frases pueden sonar muy repetidas, pero contienen grandes verdades. La integridad y la sabiduría son esenciales para la vida de un cristiano. En este libro, el Dr. Núñez nos conduce a la Escritura, rescata esos dos valores y nos guía en maneras prácticas para aplicarlos en cada área de nuestra vida. ___ La falta de integridad y de sabiduría es un cáncer en la actual sociedad humana, pero cuando hace metástasis en la iglesia resulta una verdadera tragedia. De ahí la enorme importancia de este libro en el que Miguel Núñez demuestra que integridad y sabiduría constituyen el meollo del carácter piadoso, nos muestra, asimismo, las diversas áreas en que tales valores deben manifestarse en la vida del cristiano y nos ayuda de manera práctica a crecer en ellos. —Sugel Michelén, autor y pastor de la Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo Si queremos recuperar la integridad y la sabiduría en nuestra cultura, tenemos que comenzar con los cristianos y las iglesias locales. Si ese es tu deseo, compra y lee este libro. —Juan R. Sánchez, Pastor de la Iglesia Bautista High Pointe en Austin, TX y catedrático de Teología Cristiana ...Tenemos que aprender de hombres y mujeres de Dios que transitaron caminos de sabiduría e integridad antes que nosotros… El pastor Miguel Núñez es uno de estos hombres. Camina junto a él por las páginas de este libro, y te mostrará cómo alcanzar la sabiduría y la integridad de Dios. —Donald Witney, Profesor de Espiritualidad Bíblica, Seminario Teológico Bautista Southern Miguel Núñez, pastor y teólogo consumado, estudia a fondo la Escritura para traernos lo que tanto necesitamos: sabiduría e integridad conformadas por la mente de Dios y la obra de Cristo...[y] me lleva a ser un glotón, pero no de alimentos terrenales, sino de sabiduría, integridad, santidad y justicia. Que el pueblo de Dios pueda darse un festín con este libro tan importante. —Owen Strachan, Presidente del Council on Biblical Manhood & Womanhood [Concejo sobre la hombría y la femineidad bíblica], y Catedrático de Teología _____ El Dr. Miguel Núñez (MD, DMIN.), sirve como el pastor titular de la Iglesia Bautista Internacional (IBI) en Santo Domingo, República Dominicana, y es el presidente y fundador del Ministerio Integridad y Sabiduría, que tiene como visión impactar la generación de hoy con la revelación de Dios en el mundo hispanoparlante. Es además el presidente del Instituto Integridad y Sabiduría donde también es parte del equipo docente.

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